'La invención de Hugo' - Amar el cine
La noticia de que Scorsese dirigiría una película para toda la familia dejó a más de uno con las cejas arqueadas y con el miedo en el cuerpo. ¿El director de 'Uno de los nuestros' al frente de la adaptación de una novela infantil sobre un niño huérfano que vive en los relojes de la Estación de Montparnasse? Algo no cuadraba, faltaba información, debía haber gato encerrado. Viendo 'La invención de Hugo' se descubre el pastel. Además de ser un producto familiar, nos encontramos ante uno de los cantos más apasionados hacia el cine y sus origenes. Los Lumiére, Georges Meliés(magnífico Ben Kingsley), los trucos de montaje, colores, artificios que evocan esa época en la que hacer películas y hacer magia era una misma cosa con un objetivo idéntico. Hacer a la gente soñar, proponer a los espectadores una experiencia nueva, diferente e inolvidable, cautivar el corazón de mayores y pequeños que, sentados en una sala de cine, olvidan el mundo que les rodea. Scorsese se pone el traje de genio, intuyendo que no tiene otro, para perseguir la misma meta y lo consigue del modo más atrevido posible, utilizando las técnicas más modernas para rendirse ante el pasado cinematográfico.
El 3D, utilizado del mejor modo que se ha visto jamás en el cine ('Avatar' parece un videojuego soso a su lado), se convierte en pieza indispensable para dar sentido a la majestuosa narrativa visual de una película que deslumbra en cada uno de sus planos, repleta de secuencias cuya perfección desarmante justifica y argumenta el uso de esta tecnología tan amada como odiada. Scorsese lo aprovecha para renovar la magia en el cine, descubriendo sus infinitas posibilidades para deslumbrar y dejar con la boca abierta a un espectador que asiste entusiasmado a una maravillosa historia con ecos de Dickens, Chaplin o Buster Keaton. Porque, tras su apariencia (real) de película para todos los públicos, 'La invención de Hugo' es puro Scorsese. En su fuerza, planos imposibles, movimientos de cámara, atmósfera y un montaje que alcanza la perfección, encontramos la mejor versión de un director al que el cambio de género cinematográfico le ha sentado de lujo, ofreciéndo un soplo de aire nuevo a una filmografía repleta de obras maestras a la que toca sumar una más.
Coronada por la inolvidable banda sonora de Howard Shore y un diseño de producción que quita el hipo, 'La invención de Hugo' es un regalo que Martin Scorsese se ha hecho a sí mismo pero también a todos aquellos que entienden el cine como fábrica inagotable de sueños e ilusión, un truco de magia prodigioso que lleva décadas enamorando al mundo entero. Todo tiene un principio, y el cine no va a ser menos. La mirada encantada de un niño que observa por primera vez el decorado de una película se mantiene años después sin perder un ápice de esa inocencia y capacidad para dejarse maravillar. Si amas el cine, ve a ver 'La invención de Hugo' y, si no lo haces, ve a verla y comenzarás a hacerlo.