El subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, inicia mañana un viaje que le llevará a TurquÃa y Ucrania, donde se reunirá con lÃderes del paÃs, representantes de la sociedad civil y empresarios. También se verá con el presidente en funciones y diputados de la Rada. Pero las fuentes diplomáticas americanas pasan por alto el encuentro más jugoso, el que todo el mundo querrÃa fotografiar, ese momento casi divino, en el que Burns se vea con Yulia Timoshenko, dama de mano de hierro, guante de seda y trenza dorada a base de tinte. La ex primera ministra y su coleta, homenaje al peinado de las campesinas ucranianas, van inevitablemente unidas. Como a Sansón, la fuerza de esta casi reina ucraniana, entronizada hace años como princesa del gas, reside en ese pelo que llegó a soltarse ante los periodistas, para demostrar que no era un pelucón. Lo que ya no pudo acreditar es el rubio natural que no posee. La imagen de la ex mandataria, tras su excarcelamiento, aspirante a volver a serlo, ha ido dulcificándose a medida que el régimen de su paÃs se fue embruteciendo. Su padre VladÃmir Abrámovich Grigyán, la abandonó cuando tenÃa tres años. Timoshenko adoptó después el apellido del segundo marido de su progenitora. En 1977 se casó con Oleksandr Timoshenko, hijo de burócratas comunistas soviéticos, en 1979. Escaló en el complejo sistema gubernamental soviético y junto a su esposo y su suegro fundó la Corporación de Gasolinas Ucranianas, que monopolizó la venta de combustible a las granjas colectivas. Se convirtieron en multimillonarios y a Yulia se le ofreció el estatus de oligarca. La ex primera ministra cumplÃa siete años de cárcel por abuso de poder. "La dictadura ha sido derrotada", fue el primer mensaje en la página web de su partido, tras ser liberada. La palabra miedo no va con ella. En 2004 se convirtió en lÃder de la revolución naranja. Fue primera ministra en dos ocasiones (en 2005 y de 2007 a 2010). El peinado también iba mutando. Del pelo corto y negro pasó a la trenza- diadema que muchos identifican con la bondadosa princesa Leia de La Guerra de las Galaxias. Que nadie se llame a engaño. Yulia y Leia sólo tienen en común eso: la trenza..bueno, y también una apabullante belleza.