El democrático Gobierno impopular alerta sobre el terrorismo de los que sufren la violenta legislación generalizada. Las intenciones violentas, de un tipo u otro, siempre serán censurables. Mucho peor es perder el empleo, la casa, la dignidad... Los adalides de los derechos y las libertades someten a los ciudadanos, se rearman y organizan nuevas oportunidades de negocio a base de estafar.
El Banco de España esgrime su varita para abandonar la crisis limpiamente, frenar la destrucción de puestos de trabajo y crear empleo. Bajar más aún los salarios es el truco amparándose en la bendita reforma laboral. La fórmula de la precariedad absoluta y globalizada. Caída constante del consumo... Y no es que haya que reducir la vida a la producción y a consumir simplemente.
La perfecta tormenta, llena de corrupciones legales y corruptelas de variado signo, la redondea el principal partido de la oposición. No es cosa de parlotear de la 'herencia recibida' para justificar los desmanes y desprestigiar. Sí se requieren una renovación y una alternativa clara de este grupo si se aspira a buscar el voto perdido. Eso o el naufragio permanente en perjuicio de muchos y en beneficio de algunos.