Que las grandes superficies se dediquen a impulsar catas, es una buena señal para la hotelería. No sólo se conforman con vender, sino que además quieren que sus clientes adquieran conocimientos.
Con la colaboración del consejo regulador de Jerez, y guiando la cata Carmen Aumesquet, en comandita con el sumiller Juan Luis García, hemos podido catar 7 vinos en una sesión en que la cocina vino dada por Cayetano Gómez, del restaurante Casablanca, que presentó uno de los platos que acudirá al final mundial de la 4ª Copa Jerez, que tendrá lugar en el mes de enero, “Ostra a la brasa, ligeramente escabechada”.
Para comenzar dos vinos básicos. Un Fino, “La Ina”, y una Manzanilla pasada, “Pastrana”, con más de 12 años de envejecimiento, y que ofrece esas notas salinas que dan magia a este vino y a otros de la zona.
La bota nº 9 de la bodega Sánchez Ayala, un amontillado tremendo, sirvió para probar la efectividad del plato que se presentará a concurso. Notas ácidas y yodadas para armonizar la potencia de un amontillado poderosísimo y sabroso. Gran plato y gran maridaje.
Para entrar en el mundo de los Vos (vinos de más de 20 años, verry old Sherry o Vinum Optimum Signatum), y de los Vors ( vinos de más de 30 años, verry old rare Sherry o Vinum Optimum Rare Signatum) degustamos un amontillado “El Duque”, Vors, elegido recientemente como el mejor generoso de España, de las Bodegas González Byas.
Continuamos con el oloroso “Matusalem”, otros Vors, de precioso color caoba, que nos iría maravillosamente para acompañar algún buen queso azul. Un maridaje que deberíamos practicar más, para darnos cuenta de la versatilidad de esos vinos, que duran abiertos muchísimo tiempo.
Con una expresiva nariz el Palo Cortado “Apóstoles” se mostró como con una potente elegancia.
Para finalizar la cata esa joya llamada Noe, un PX inolvidable, donde la acidez nos hará que podamos soportar ese dulzor de más de 400 g de azúcar residual por litro.
Felicidades a Makro por organizar un evento de este tipo. Los hosteleros merecen que se les trate con cariño. Y estos vinos son una gloria y un lujo, demasiadas veces olvidados