En esta sociedad competitiva necesitamos de los rangkines y clasificaciones para creer que aquellos que ocupan sus primeras plazas son sin duda alguna los que deben de guiar las especializaciones de cada categoría. Y muchas veces no nos paramos a pensar que con solo competir nuestra victoria está asegurada. La supervivencia, cuando la crisis está ahogando a tantísimos negocios, es una victoria, como otra victoria es ser derrotado. Las valoraciones son diversas claro, pero la lucha presentada tiene que haber sido verdadera.
Ahora unos amigos marchan a la final mundial de un premio culinario: el equipo del Taller Casablanca participa en la copa Jerez, fase estelar.
Mientras escribo estas líneas no sé nada del resultado. Y la verdad es que no me hace falta saber nada de ese resultado, porque su trayectoria demuestra que tanto cocinero, como sumiller, como propietario, practican la cocina, el maridaje, y el negocio, con una verdad, innovación y valentía encomiables. Envidiables. Estará bien que ganen. Pero con el hecho de haber participado, ya sea en el primero, en el segundo, o en este tercer segmento de la competición, están mostrando exponiéndose. ¡Cuantos nos hemos quedado en silencio antes de haber mandado las fotografías, con las recetas, y los comentarios a la convocatoria base¡.
Que su trabajo está bien hecho, y con otra solidez diversa a los que han ido quedando atrás en el concurso, podría probar que ya han conseguido lo necesario para ser considerados unos héroes culinarios en ésta comunidad, o en éste país. Pero es que ese trabajo lo han ido exponiendo, una y otra vez en su restaurante desde que lo prepararon. Y la respuesta siempre ha sido positiva, valorada, rompedora. No es un trabajo de concurso, es un trabajo de mejora de la cotidianidad. Y eso es lo que pretendemos. No platos, vinos o negocios soñados, premiados, que en el cara a cara no funcionan. La verdad sobre todas las cosas. Y esa es la que ellos, mis amigos Cayetano, Juan Luis y Salva, practican.
P.D: A la hora de llevar estas líneas al blog ya sé que nuestro trío infernal se a alzado, por primera vez, con el triunfo en el trofeo de la IV Copa Jerez. Me siento orgulloso, contento y deslumbrando por su arrojo. Felicidades y gracias por ser perseverantes.