Hay que agradecer y apoyar todas las propuestas gastronómicas que intenten atraer turismo y generar tierra. Por ello ante la propuesta de elaborada ante los municipios de Mula (, Moratalla, Bullas, Caravaca de la Cruz, Bullas y Calasparra (¿qué ha pasado con Cehegín, nadie se a apuntado a ésta propuesta?) tengo una doble sensación.
Por una parte dicen en su texto promocional: “EL NORORESTE SE COME", nace con la idea de acercar la gastronomía popular del Noroeste de la Región de Murcia a los amantes de la buena cocina, que disfrutan conociendo los productos típicos de nuestra comarca.” Hasta ahí todo parece maravilloso y muy interesante. Pero de repente, al comenzar a leer los menús que han propuesto los diversos restaurantes nos encontramos con la sorpresa de que “la cocina popular” ha quedado en el olvido. ¿Y el producto de la zona. Y la exaltación a las maravillosas tierras del noreste que tienen un personalidad y un sabor propio?
Si hasta hay restaurantes donde todo el menú es marino, como si estuviéramos a la orillita del mar. Los hay que al Bogavante lo envuelven con Pasta, otros con Arroz. Quien rellena la Vieira, y quien al Changurro humedece con salsa de trufa. Los hay que se van hasta Asturias para buscar la ternera, quien hace de la Gamaba roja un estandarte, Quien utiliza el Parmesano, el Foie, y hasta al cerdo ibérico. Y quien endulza con Piononos, granadino postre de la ciudad de Santa Fé.
¿Es necesario todo este descalabro gastronómico que pone en el olvido la tierra que quiere exaltar?. Realizar jornadas, repito, exaltar las tierras, debe de llevar la obligación, por parte de organizadores, cocineros y gente del sector, de prestar atención a lo que se pone sobre la mesa. Hablamos de Comernos el noroeste, no de lo que se puede comer en esa zona, porque hasta la fusión marroquí, que puede ser estupenda, aparece como un atractivo. Una coordinación más adecuada sería beneficiosa para el próximo evento.