El mundo de los quesos nos permite no sólo disfrutar de las múltiples variedades procedentes de las distintas leches con que suelen elaborarse estos productos (oveja, cabra y vaca), aprovechando sus grados de madurez y en algunos casos añadiendo refuerzos aromáticos en sus cortezas, o sometiendo a los quesos a inmersiones en diversos vinos que le aportaran caracterÃsticas olfativas, como los quesos al vino de nuestra comunidad, o lo que son bañados en Barolo, etc.
Al ser un producto graso absorben con buenos resultados la incorporación de contrastes.
Pongamos dos ejemplos que podremos elaborar en casa sin ninguna complicación. Partiendo de un queso para untar neutro jugaremos por una parte con una lata de berberechos, y en el segundo caso con una lata de mejillones en escabeche. Aunque podrÃamos realizarlo con los enlatados de pescado que más nos gustaran.
Se trata, en el primer caso, de añadir parte del caldo de la lata, y en una trituradora potente, mezclar e ir añadiendo los cuerpos de los moluscos. Ganamos intensidad sápida si una vez realizada la mezcla incorporamos, con el berberecho más o menos triturado, algunos tallos de cebollino bien triturado a cuchillo, para mantener su espectacular color verde.
En el caso de los mejillones en escabeche el color de la crema será más rojizo, y más si tenemos la precaución de quitar del molusco las partes negra que muchas veces rodean la pieza. Aquà podemos espolvorear con algún pimentón.
Deliciosas estas cremas si son acompañadas por patatas fritas, crespillos o con algunos de los bastoncillos de harina y semillas que encontramos en panaderÃas y supermercados.
Un camino que si en principio puede sorprender nos abre una vÃa de experimentación amplia y repleta de satisfacciones garantizadas. Pero busquen buenas latas. No racaneémos.